Método Ericka

La mejor manera de conocer a un niño es observándolo, y que mejor que por el juego, su medio natural de expresión. 

A través del método Ericka los niños construyen su mundo en dos cajones de arena y con juguetes específicos. Se puede observar  territorio entre el mundo real y el mundo interno del niño. La suavidad de la arena y su fluidez como medio permite a los niños dar rienda suelta a la expresion de sus impulsos, fantasías, miedos entre otras proyecciones.

Se realizan tres observaciones consecutivas, donde el terapeuta no realiza ninguna acción más que observación,  reflejo y empatía. Las instrucciones son crear un mundo como el niño lo desee, en el o los cajones de arena, del cual uno es seco y otro húmedo, con los juguetes proporcionados y clasificados de la siguiente manera:

En orden descendiente:

-Soldados, vaqueros e indios.

-Otras personas.

-Animales salvajes

-Animales de la granja

-Vehículos de transporte

-Materiales para la guerra

-Construcciones

-Verjas

-Casas y árboles

-Objetos para interiores. 

Durante la creación el terapeuta registra lo observado, conductas, tiempos y sentimientos, juguetes y cajones utilizados y modo de manipulación, entre otros. Al terminar la creación se le pide al paciente que relate una historia acerca de la construcción. 

La formulación de las hipótesis en cada sesión es parte muy importante, ya que es esta según sea la posición de los juguetes, los personajes u objetos escogidos, como su posición revelan algo del paciente. La evaluación final se basa en la continuidad y la repetición de los elementos estructurales y temáticos.  

Por ejemplo impulsos depresivos o quizás autodestructivos pueden referirse al esconder objetos con los cuales se identifican. El ocultar objetos puede también significar muerte o entierro de personas reales o imaginarias.

Niños creativos y que muchas veces son extrovertidos puede expandir su espacio al cajón húmedo. La arena húmeda  requiere de un mayor esfuerzo y energía. Es más comun que los niños utilicen la arena seca, la cual se moviliza y desplaza sin restricciones. La arena seca es segura y no requiere un gran esfuerzo.

La complejidad de las construcciones dependen del desarrollo del niño y su edad. Los niños sondean las posibilidades de juego, disfrutan explorar de manera natural. Entre los 4 y 7 años el nivel de fantasía va aumentando. Los niños pequeños crean objetos rudimentarios, como montañas o montoncitos aislados de arena, incluso colocan los juguetes sin importancia alguna en su relación. A los 3 años comienzan a clarificarlos pos similitudes de color o categorías. A partir de los 4 años pueden realizar patrones geométricos y comenzara a colocarlos por categorías más organizadas y por su significado y relación.

Los niños de más edad pueden dar a la arena la forma de construcciones más elaboradas, como un castillo. Incluso los cambios infrecuentes en niños muy pequeños pueden considerarse apropiado si estos se sienten satisfechos con lo realizado.

Mundos vacíos o mundos saturados. Si un niño alrededor de 5 años utiliza 35 objetos se considera un mundo vació.  Por otro lado la elección de más de 100 objetos se considera excesiva.

Los tiempos de construcción reducidos tienen causas de falta de fantasía y creatividad o problemas con la duración de la concentración y la atención.